En
el Fórum Mundial de la Cultura Taurina, celebrado en enero en las
Azores, se dijo que la corrida era un "combate leal", donde el toro
"tiene la oportunidad de herir, incluso matar». Como el torero tiene el
riesgo de salir con los pies por delante, "la fiesta" se vuelve no sólo
civilizada, sino un arte tan sensible como sus crónicas:
"El
animal, que hasta tuvo la nobleza de declarar su derrota yéndose a
chiqueros después de haber entregado toda su bravura, que era mucha, se
mantuvo en pie hasta el último aliento que le quedaba, tragándose la
sangre y mostrándonos a todos la dignidad con la que se debe morir". El País, 10-7-07
"La muerte del toro fue bellísima. Con la boca cerrada, en el mismo centro del ruedo y tragándose la sangre". Blog Torosdeverdad, 4-4-08
"El toro se refugia en las tablas tragándose la sangre, amorcillándose y tardando en doblar". Blog La tauromaquia en Tarifa, 25-5-09
Saber más:
- Toros, artículo de Jorge Nagore, 24-12-06 en Diario de Noticias y en el blog del autor
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