miércoles, 16 de mayo de 2012

Cuando el torero es el que pasa "un auténtico calvario"

29 de julio de 2009

Un ejemplo del paradójico lenguaje de las crónicas taurinas

La Asociación de Veterinarios Abolicionistas de la Tauromaquia (AVAT), ha denunciado que en una novillada celebrada en Valladolid el 11 de julio "el matador del quinto novillo lo sometió a cinco estocadas y diez descabellos". En la crónica de El Norte de Castilla se lee sobre este novillero:

"Con el quinto del festejo, que tenía más hechuras que el resto, el de Pucela no se acopló en ningún momento y pasó un auténtico calvario en la suerte suprema".

El novillero era de casa; el calvario lo pasó él.

Menos de un año antes, el 18 de agosto de 2008, en Málaga Alejandro Talavante, según ABC clavó diez "descabellos" al toro. Según el diario El Sur, fueron doce, y uno más el final, de un subalterno. El asunto, obviamente, se despachó como una mera incidencia.

Foto de esta entrada: de wikipedia

Más información:
  • Hace ya algunos años, la Asociación Nacional para la Protección y el Bienestar de los Animales (ANPBA) pidió al entonces ministro del Interior, Mariano Rajoy que se modificasen tres artículos del Reglamento de Espectáculos Taurinos con la finalidad de sustituir el descabello o la puntilla por la pistola de percusión sin bala.
  • Según el escritor Antonio Burgos (ABC, 6-5-09), "el toreo e incluso el taurineo es parte sustancial de la realidad de España, por lo que tienen de una filosofía de vida, de un modo de ver el mundo (...)".
  • Según el periodista Carlos Herrera (XLSemanal. 19/25-4-09), "los toros, posiblemente, son el acontecimiento que más ha educado social, incluso políticamente, al pueblo español".
  • Según Eduardo Martín Peñato, presidente de la Agrupación de Ganaderos de Lidia, las corridas de toros son “la principal seña de identidad de España” (El País, 12-4-07).
  • Según el filósofo José Ortega y Gasset, (citado en la revista Fuerza Nueva, 18-9-71) "Cuando la sangre se derrama y el esencial "dentro" sale fuera, se produce una contracción de asco y de terror en toda la naturaleza, como si se hubiese cometido el más radical contrasentido: hacer externidad lo que es pura interioridad... Mas hay un caso en que la sangre no produce ese asco: cuando brota del morrillo del toro bien picado y se derrama a ambos lados. Bajo el sol, el carmesí del líquido brillante cobra refulgencia que lo transubstancia en joyel".

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